Romeos
- editorialciudadgen
- 17 jun 2019
- 1 Min. de lectura
En solapadas
miradas y sigilosos
besos, ocultaban
su amor.
Cautelosas las
palabras, que
sin escucharse,
gritaban, romeos,
romeos los dos.
Deseoso el roce
de sus cuerpos,
el sabor de sus
labios, el cruce
de miradas, fábula
de amor, romeos,
romeos los dos.
Desertores de
esa lógica, en
la que monstruos
eran por amor.
En la que el deseo
de mirarse, besarse
y tocarse, era nocivo,
romeos, romeos
los dos.
Fue una errata
del destino, un
desacierto del
corazón, el unirlos
en este mundo, en
el que los odian,
por ser romeos,
romeos los dos.
●
Arco de Tinta
Comments