Ella y su magia

La primera vez que la vi, el tiempo se paró. Ella tenía ese efecto. Todo lo demás carecía de importancia, solo tenías que verla sonreír. Caminaba como si el mundo fuera un lugar bonito. Conseguía que todos escucharan sus palabras. Y cómo defendía su belleza con audaces comentarios a los que se pasaban de graciosos. No sabía de donde venía. ¿Cuál era su historia para ser tanta luz? Yo apenas me atrevía a hablarle. Un día la seguí cuando la multitud se había ido. Se metió en un callejón e hizo lo que menos esperaba. La niña que era todo sonrisas, rompió a llorar.

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Ponyboy